La historia de Mafalda cuenta que esta irreverente, pensante y divertida niña creada en la década de los 60 por el inolvidable Quino iba a ser la protagonista de la campaña publicitaria de una empresa de electrodomésticos. El proyecto quedó trunco pero la pequeña tomó vuelo propio y se convirtió en un símbolo de resistencia, siempre desde el humor, de la realidad política y social de la Argentina. Siempre oportuna, siempre vigente, este entrañable personaje, que logró trascender a su creador, cumple hoy 60 años.
Con un gran reconocimiento en Latinoamérica y en España, la tira desarrollada por el genial ilustrador Joaquín Salvador Lavado Tejón, mejor conocido como Quino, fue traducida en 26 idiomas y consolidó como un símbolo de rebeldía, paz y democracia en muchos países.
En 1962, Quino creó 12 tiras para la campaña publicitaria de una marca de electrodomésticos que no llegaron a publicarse pero resultaron el primer paso para una posterior primera edición en la revista Primera Plana durante el año 1964.
Las primera historias contaban con una protagonista, Mafalda, y sus padres pero luego se sumó su banda urbana conformada por Susanita, Miguelito, Felipe, Libertad, Monolito y su hermano Guille.
Luego, en 1973, por decisión de Quino, se emitió la última ilustración de Mafalda pero no fue su final definitivo. Con el tiempo se publicaron libros y también un dibujo animado.
Doble cumpleaños
Este 15 de marzo sería su falso cumpleaños aunque también se podría decir que la entrañable Mafalda tiene dos fechas de nacimiento. La primera se conmemora un día como hoy en alusión a su trunca publicación en la campaña de electrodomésticos y la segunda, el 29 de septiembre de 1964 cuando la tira llegó al diario Primera Plana.
Hay homenajes a Mafalda en todos lados. Desde las diferentes esculturas que la recuerdan en el país y el mundo, los libros que aún siguen publicándose y cuentan de a miles las ediciones y por supuesto las anécdotas que surgen de su recuerdo. También hay homenajes hacia su autor, el mendocino Joaquín Salvador Lavado Tejón, que vivió el exilio, la persecución ideológica y que supo canalizar tan bien el humor y la política amalgamada por la mirada de una infancia inocente.